Las primeras apariciones de tornillos datan del Renacimiento. Por aquel entonces, no existía norma reguladora alguna y no fue hasta 1841 cuando se establecieron las bases de su regularización. Desde entonces, la industria de la tornillería ha intentado solventar los problemas a los que se ha visto sometida: roturas, oxidación, apriete, aflojamiento…
Las mejoras en la calidad y en los diseños, así como los avances en los tratamientos superficiales, han paliado la mayoría de los problemas a los que los tornillos se pueden enfrentar. No obstante, el mercado de la tornillería industrial, en su infinidad de aplicaciones, ha requerido la fabricación de los conocidos como “tornillos inteligentes” o smartbolts.
Los “tornillos inteligentes” o smartbolts no solo ofrecen diferentes posibilidades en acabados y calidades, sino que también nos ayudan a controlar, por ejemplo, su par de apriete sin necesidad de elementos externos.
Ejemplo de uso de tornillos inteligentes
Os ponemos el ejemplo de una de las colaboraciones que como especialistas en tornillería industrial hemos realizado utilizando “tornillos inteligentes” o smartbolts. Uno de nuestros clientes debía comprobar el par de apriete de unos tornillos antes de la puesta en marcha de su maquinaria. Esta comprobación se debía repetir en ciclos de determinadas horas, lo que comportaba una periodicidad de revisiones notable. Además, esta tornillería industrial, al ser de una métrica considerable (M36) requería de una gran llave dinamométrica y de dos personas para su comprobación. En este sentido, la solución que aportamos como expertos en tornillería industrial consistía en unos smartbolts con un detector de par en la cabeza hexagonal. Este detector era simplemente un botón giratorio que quedaba frenado e inamovible cuando el tornillo alcanzaba su par de apriete óptimo.
El funcionamiento del tornillo es sencillo. Cuando sometemos un tornillo a su par de apriete correspondiente provocamos una elongación del mismo. Por ello podemos establecer una relación directa entre elongación y par sometido. Mediante una varilla interna el rotor de indicación permanece libre mientras el tornillo está en reposo, quedando frenado cuando el tornillo alcanza la longitud acorde al par de apriete correspondiente.
Los costes de los smartbolts no son comparables a los de los tornillos estándar, pero su aplicación reduce tanto los costes indirectos, que su rentabilidad está más que probada por sus usuarios.