Los tratamientos de zincado son una parte imprescindible para que los tornillos duren más y estén en mejor estado. En este artículo te contamos de qué se trata y por qué es tan necesario.
Tratamientos de zincado
Se trata de una capa de zinc que se adhiere al acero y protege la pieza de la corrosión provocada por el contacto con el aire y la humedad.
A partir de corriente eléctrica, se aplica una capa de zinc en la pieza que está siendo tratada. Esto se consigue con dos electrodos de carga contraria a los que se les aplica corriente.
Este proceso de zincado se encuentra en más espacios de los que nos imaginamos en el día a día. Podemos verlo en las puertas que usamos para entrar a nuestros hogares y otros componentes de construcción, además de en la industria de la automoción.
Aunque el proceso pueda parecerse al de galvanizado, los resultados de ambos procesos son totalmente diferentes.
Ventajas de los tratamientos de zincado
El tratamiento de zincado es ideal para espacios interiores, debido a sus características. Algunas de sus ventajas son:
- Capa extremadamente fina: Se puede observar una capa de zinc delgada que no proporciona grandes cambios en la usabilidad del tornillo, y que, además, le ofrece un aspecto agradable a nivel visual. Perfecto para ubicaciones en interiores.
- Más económico: El zincado es uno de los procesos más rentables de acabados de metales, y por ello, una de las más utilizadas. Al ser los tratamientos de zincado económicamente más rentables que otros, repercuten de manera positiva en el precio de la pieza.
Diferencias entre zincado y galvanizado
Mientras que el proceso de galvanizado se consigue sumergiendo el tornillo en el baño de zinc, el zincado se lleva a cabo a través de un proceso de galvanoplastia, es decir, a partir de la aplicación tecnológica de la deposición de metales mediante electricidad.
Además, el tratamiento de galvanizado genera una capa de zinc en la superficie de la pieza que no se daña ni con abrasión. En cambio, el zincado no genera una capa totalmente homogénea en toda su superficie. Por ello, el tratamiento de galvanizado tiene una duración de entre 20 y 50 años, y el zincado de meses a pocos años. Sin embargo, por este motivo también, el acabado que deja el tratamiento galvanizado es poco atractivo, y el de zincado es visualmente más estético.
Por regla general, el zincado suele darse en piezas de pequeño tamaño, dado que es más recomendable para tornillos de esa medida, sin embargo, el galvanizado es perfecto para todo tipo de tornillos.
En la variedad está el gusto: tratamientos de zincado, de zinc y níquel, ZinKlad® 1000
Existe una aleación de compuestos entre el zinc y el níquel que mejoran la durabilidad de las fijaciones y su acabado.
Como hemos hablado en otras publicaciones de nuestro blog, en Tormetal apostamos por una aplicación de zinc y níquel que presenta numerosas ventajas y facilidades. El tratamiento de zinc y níquel que utilizamos tiene nombre propio, ZinKlad® 100. Este fue patentado por la empresa de soluciones industriales MacDermid Enthone Inc.
Se trata de una variación de los tratamientos de zincado que mejora en muchos aspectos el resultado clásico. Los recubrimientos destacan por tener un 85% de zinc y un 15% de níquel, una capa de 8 a 14 μm del 12 al 16% de aleación de níquel.
Este tratamiento viene directamente del mundo de la automoción, y es una gran alternativa muy competente a nivel de eficiencia. Es capaz de proporcionar una evidente resistencia a las pruebas CNS, es decir, la prueba de recubrimientos expuestos a la Cámara de Niebla Salina.
De esta manera, se ha demostrado su elevada resistencia a la corrosión roja de más de 720 horas a un total de 1000. Además, su aplicación es igual de rápida que la de un tratamiento de zincado estándar.
Resulta un tratamiento perfecto para huellas pequeñas, áreas internas y otros objetos de menor tamaño, sin aumentar en ningún caso su coste final, en comparación con otros revestimientos de tipo industrial.
Ventajas del tratamiento de zinc y níquel
Además de las ya nombradas ventajas que proporciona el tratamiento de zinc y níquel que ofrecemos desde Tormetal, podemos destacar algunas otras:
- Gran protección contra los elementos que generan la corrosión en la tornillería.
- Protege el material contra el hidrógeno, incluso en el caso de aceros con una gran resistencia.
- Tiene una capacidad de adhesión al caucho espléndida.
- Capacidad de desgaste inferior en piezas situadas en sistemas con altos niveles de rozamiento.
- Buena respuesta ante elementos como la pintura u otros aplicables.
- Ofrece protección contra el estrés térmico a las piezas que trabajan en ambientes con temperaturas elevadas.
- Comportamiento perfecto al trabajar en contacto con aleaciones de aluminio.
La estética del recubrimiento
Además de tener en cuenta el incremento de la capacidad de resistencia y del poco aumento del precio de la pieza, es necesario, como ya se ha hablado con anterioridad, poner en valor el aspecto estético de la pieza tras el tratamiento ZinKlad® 1000.
Este tipo de acabado permite la elección de tonos plata, gris, azul y negro. A esto, se le ha sumado INOXGAL, un tratamiento que le ofrece una apariencia de tornillo inoxidable en tres escalas de semejanza claves:
- Éstandar: efecto sin pulir.
- Media: un brillo medio.
- Efecto pulido y espejo: muy brillante.
Por último, destacar que el acabado INOXGAL es totalmente compatible con productos sellantes que le otorgan hasta 1000 horas en CNS, unos números más que positivos.
Una mirada hacia el futuro
Los tratamientos de zincado, y en concreto, ZinKlad® 1000 e INOXGAL, son una mirada al futuro de la industria de la tornillería. Se trata de tratamientos con cuantiosas ventajas, que no interfieren en la calidad de la pieza y proporcionan amplios periodos de garantía en el producto.
Esperamos que este artículo haya sido de tu interés. Si necesitas más información, ponte en contacto con nuestro equipo especialista. Estaremos encantados de ayudarte.